El presidente ruso se refiere a la supuesta injerencia de Moscú en las elecciones de EEUU para decir que es una invención que busca estropear las relaciones entre ambos países.
Cuando Occidente acusa a Rusia de una actividad agresiva, está tomando a los rusos por «imbéciles» ha declarado este jueves el presidente ruso, Vladimir Putin.
Putin ha sido preguntado en su rueda de prensa anual por el corresponsal de la BBC si, ya que lleva 20 años en el poder, se considera en parte responsable de las deterioradas relaciones entre Rusia y Occidente. O si por el contrario piensa que las autoridades rusas son «tan buenas y suaves como un muñeco de peluche blanco».
El líder ruso ha recogido el guante de la comparación y ha aseverado que Rusia simplemente actúa en respuesta a las agresiones de Occidente. «Somos blancos y suaves comparados con ustedes, sí, por eso confiamos cuando nos dijeron que la OTAN no se ampliaría hacia el este». Pero «la infraestructura militar de la OTAN se acerca» a las fronteras de Rusia. También ha recordado que no fue Moscú sino Washington el que salió del Tratado sobre Misiles Antibalísticos, el Tratado INF y del Tratado Cielos Abiertos.
«¿Y qué es lo que podemos hacer nosotros en este contexto? ¿Dejarlo todo como está? ¿Ustedes van a volar sobre nosotros y compartirlo todo con sus socios estadounidenses, y nosotros no tendremos esa posibilidad de realizar vuelos de vigilancia sobre el territorio de EEUU? Son ustedes personas inteligentes, ¿por qué entonces nos toman a nosotros por imbéciles?», ha preguntado retóricamente.
En contraste, Putin ha señalado que mantiene buenas relaciones con los presidentes de China y Turquía. «Tengo opiniones divergentes sobre ciertos temas con el presidente [turco Recep Tayyip] Erdogan. A veces incluso opiniones opuestas. Pero es un hombre que cumple su palabra. Si cree que es beneficioso para su país, va hasta el final», ha dicho Putin.
En cuanto a China, Putin ha afirmado que quizá los intereses comunes entre él y el presidente chino, Xi Jinping, hacen que los dos tengan relaciones «muy amables y, sobre todo, de trabajo, pero a la vez de mucha confianza y amistosas».
INJERENCIA INVENTADA
Putin asegura que la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones de EEUU es una invención que busca estropear las relaciones entre los dos países y «un pretexto para no reconocer la legitimidad del actual presidente norteamericano por razones de política interna», ha dicho Putin en su rueda de prensa anual. Uno de los asistentes inquirió a Putin sobre por qué los ‘hackers’ rusos no ayudaron esta vez a Trump a revalidar un segundo mandato.
«¿Que por qué no le ayudaron? Más que una pregunta, es una provocación», ha contestado el presidente, asegurando que los «hackers rusos nunca ayudaron al actual presidente de EEUU a lograr su primer mandato ni intervinieron en los asuntos internos de ese gran país».
Llegados a ese punto de la charla, el presidente ha recibido el apoyo de un niño ruso que preguntó a través de sus padres «por qué otros Estados no aman a Rusia». «Muchos aman a Rusia, pero tenemos conflictos entre adultos», ha explicado didáctico el presidente.
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«Todavía no he tomado una decisión sobre si participaré o no en las elecciones de 2024», ha declarado el mandatario en su gran rueda de prensa anual. Ha añadido que «formalmente existe un permiso del pueblo». Se refería a las recientes enmiendas a la Carta Magna rusa, que entraron en vigor en julio y limitan a dos el máximo de mandatos presidenciales de seis años que la misma persona puede ocupar. Pero esto no se aplica «a la persona que ejerza o haya ejercido el cargo de presidente de Rusia en el momento de la entrada en vigor» de los cambios. Esto afecta a Putin y a Dmitri Medvédev, que fue jefe de Estado ruso entre 2008-2012.
Putin cree que el balance de este año es positivo. «Ya no hay fundamento para calificarnos de gasolinera mundial» porque «estamos dejando atrás nuestra dependencia del petróleo». Un 70% del presupuesto ya no proviene del petróleo, ha destacado: «La dependencia sigue siendo muy grande, pero está disminuyendo».
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XAVIER COLÁSMoscú